
Se enfrentaban Levante y Sevilla en el partido que inauguraba la 29º jornada de la Liga Santander, y La Nucía fue testigo de un entretenido partido entre ambos equipos, que se finiquitó con un empate del Levante en los minutos finales del partido y que deja más contentos a los de Paco López que a los de Julen Lopetegui.

El partido iba a comenzar con dominio sevillista, que controlaba la posesión y que le iba a dar tranquilidad al equipo en los primeros compases del partido. Pero poco a poco la balanza se fue igualando y el Levante comenzó a tener más el balón y progresar cada vez mejor en el juego. Serían estos los que tendrían la primera ocasión del partido, en el minuto 4, con un mano a mano escorado en el que Coke iba a estrellar el balón en los pies de Vaclík. Pero la ocasión más peligrosa de la primera parte la iba a tener el Sevilla en los pies de Munir, que estrelló en el larguero un precioso lanzamiento de falta desde el lateral del área. Con mucho fútbol por parte de ambos equipos y pocas ocasiones de gol, el partido se fue al descanso.
Y tras 45 minutos prácticamente sin ocasiones, De Jong solo necesitó 25 segundos para abrir el marcador en La Nucía. Un gran balón largo de Diego Carlos a la espalda de la defensa granota encuentra a Munir en profundidad, que se orienta el balón con un buen control con el pecho y pone un pase perfecto que atraviesa el área y encuentra en el segundo palo al goleador De Jong que sólo tiene que mandar ese balón a la red. Después de este gol iban a llegar las mejores ocasiones del Sevilla, que se desató e incluso logró el 0-2, pero Hernández Hernández lo anuló por falta en el remate de Diego Carlos.

El Sevilla se veía mejor en el partido y pese a las buenas posesiones del Levante estos no conseguían llegar con claridad a los últimos metros, gracias en parte a los buenos de Koundé y Diego Carlos. Pero el Sevilla se dejó llevar, apostó por salir a la contra, cedió la posesión al Levante y le salió caro. Primero avisó Hernani con un disparo cruzado que bate a Vaclík pero que salva en la línea de gol Koundé, pero a la segunda la Diosa Fortuna premió al Levante: un centro forzado pero tenso de Miramón que no consigue atrapar Vaclík termina por rebotar en el poderoso muslo de Diego Carlos y acaba dentro de la red. De esta forma ponía el 1-1 en el marcador en el minuto 87. Pero ese pasito atrás que dio el Sevilla a punto estuvo de salirle mucho más caro: esta vez Mayoral cruzaba un gran disparo raso que iba a sacar un felino Vaclík. 6 minutos de añadido después finalizaba el partido.
Empate que sabe mejor a los granotas que demostraron una gran determinación en los minutos finales y continúan con el buen ritmo pre-confinamiento. Mal sabor de boca para un Sevilla que se deja dos puntos valiosos y que ya veía en su bolsillo