Un gran final de partido de Rudy Gobert hizo que los galos se impusiesen por un punto a Turquía (87-86)
La selección francesa, que se postulaba como una de las favoritas a alzarse con el título, pero la actuación ante Turquía ha hecho que las dudas sobre su juego se reaviven. A pesar de ello, Francia sigue viva en este Eurobasket y ya espera rival en cuartos de final que saldrá del partido entre Serbia e Italia.
Tras una primera parte en la que Francia ha conseguido colocarse a 14 puntos de Turquía y dejando la sensación de que el partido estaba resuelto. Un tiempo muerto pedido por el seleccionador de Turquía, sumado a una relajación defensiva por parte de los franceses, han hecho que las distancias se recorten, recortando las diferencias a tan solo 8 puntos.
Tras el descanso, Francia únicamente anotó 6 puntos debido a la gran defensa de Turquía y a la mala selección de tiro de los galos. Turquía anotó 22 puntos, encarando el partido de cara al último cuarto muy favorable, con una Francia hundida y a 8 puntos de desventaja.
Llegado el último cuarto, Francia se reactivó y Turquía bajó de revoluciones. Un gran cuarto de Rudy Gobert, siendo el que anotó los dos puntos que empataron el partido tras una falta antideportiva favorable a Turquía, que le otorgaba dos tiros libres y posesión, que podía decidir el partido y fue desperdiciada. Una vez en la prórroga, Francia fue con todo lo que tenía y consiguió una diferencia de 5 puntos que prácticamente decidía el partido. Los turcos pudieron reducir la diferencia a tan solo un punto de diferencia pero finalmente no fue posible.
El juego de Francia en jaque
Aunque los franceses han conseguido ganar el partido, su falta de juego colectivo la hace muy débil. Las 21 pérdidas en este partido, sumado a las de los otros partidos, hacen de la selección francesa la selección que más perdidas sufre por partido y ante selecciones que castigan en transición, como su posible rival Serbia, es un factor diferencial.
Cierto es que Francia tiene grandes jugadores, como Gobert o Fournier, que la hacen peligrosa, pero un equipo que se sirve de sus individualidades está abocado al fracaso y eso se ha demostrado hoy. Una selección turca que afrontaba la mayoría del partido sin su mayor estrella, Alperen Sengun, por problemas de faltas, ha sido capaz de plantar cara a una Francia desdibujada tácticamente.
Alperen Sengun: Demasiado joven para liderar
Sengun ha demostrado que es un gran pívot que puede triunfar en la NBA, pero su juventud le pesa mucho todavía. En los partidos donde la competitividad es alta, como en los dos últimos partidos ante España y Francia, debía alzarse como el líder de su equipo. Su precipitación en ataque, sumado a fallos en transiciones defensivas, le hacen ser un peligro para su equipo ya que no pueden contar con sus puntos en tramos decisivos del partido.