Los germanos consiguen imponerse a Polonia tras un gran final de partido de Dennis Schroder y se postula como ‘el chico nuevo’ de la élite europea
Alemania consigue la victoria ante la gran revelación del campeonato, Polonia (82-69). Finalmente, los polacos no han podido poner la guinda a su gran actuación en el Eurobasket. Polonia se marcha de este campeonato como cuarta, por encima de selecciones como la Grecia de Giannis o la Serbia de Jokic. Además de esto, consiguieron eliminar a una de las selecciones favoritas a alzarse con el título, la Eslovenia de Luka Doncic, tras un partido irrepetible.
Por su parte, Alemania consigue volver al medallero de un Eurobasket 17 años después sin el mejor jugador de su historia, Dirk Nowitzki. En estos 17 años Alemania ha cambiado su juego. En 2005, el juego pasaba por las manos de Dirk y los otros jugadores eran meros complementos del astro germano debido a la mediocridad de estos. Actualmente todo es diferente, Dirk ha pasado de las canchas a las gradas y ha surgido una generación de jugadores nunca antes vista, compuesta por tres jugadores NBA y un quinteto que puede mirar de tú a tú a cualquier selección, salvo a EE.UU. La mezcla de jugadores jóvenes con gran talento como Franz Wagner, combinado con la veteranía de jugadores como Dennis Schroder, han hecho que Alemania se postule como el ‘chico nuevo’ de una élite europea compuesta por Francia, Eslovenia, Serbia, Lituania y España.
Los triples de Dennis Schroder ponen el cerrojo partido
La primera estuvo marcada por la defensa, metiendo en problemas a Polonia debido a la acumulación de faltas de uno de sus mejores anotadores, Matheusz Ponitka. Una mala primera parte de Polonia hizo que los germanos se fuesen 13 puntos arriba en el marcador al término de esta (36-23) . Un espectacular tercer cuarto de Polonia hizo que las distancias se recortasen a tan solo 5 puntos (54-49). El último cuarto continuó con la misma tónica que el anterior y los polacos consiguieron empatar el partido (59-59). A pesar del tesón polaco, los alemanes, especialmente Dennis Schroder, metieron un empujón final imposible de alcanzar por parte de los polacos que a falta de segundos y con una diferencia irremontable, no bajaron los brazos.