El base está firmando una temporada con números de MVP, mientras que los Warriors están hundidos en un abismo
Los Golden State Warriors están siendo la gran decepción de la temporada. Tras diez jornadas, los de Oakland únicamente han conseguido tres victorias, todas ellas con una característica común, que sin Curry la victoria no hubiese estado ni cerca.
El base ha firmado uno de los mejores arranques de su historia, promediando 32.6 puntos, 7,1 rebotes y 6,9 rebotes por partido, unos promedios que superan la temporada donde fue MVP unánime. Esto debería ser motivo de júbilo para Curry, pero todo lo contrario, el base tiene que promediar estas locuras para que su equipo consiga alguna victoria. ‘Don Stephen’ nunca ha sido un jugador que centre sus partidos en hacer números, pero sus compañeros de viaje parecen seguir de vacaciones.
Wiseman y Kuminga: Perdidos en combate

La columna vertebral de los Warriors tiene ya unos años y se esperaba que los jóvenes esta temporada empezasen a tomar el relevo. Todo parecía salir a pedir de boca. Tras unas temporadas donde las lesiones no acompañaron, y los resultados tampoco, consiguieron puestos altos en el draft, consiguiendo incorporar a su plantilla a Wiseman y Kuminga, dos jugadores con muchísimo potencial. El problema de estos dos jugadores es que entre lesiones y falta de oportunidades, no han podido mostrar su nivel y cada vez tienen menos margen de mejora. Cada vez son más los rumores de traspaso de estos dos jugadores de los que hemos visto muy poco.
La defensa: El antes y después del Muro de Berlín
Desde la llegada de Curry, Green, Kerr y compañía, los Warriors han sido un equipo que se caracterizaba por tener una de las mejores defensas de la NBA. Prueba de ello, es la temporada pasada, donde fueron la mejor defensa. Este año, esa fortaleza defensiva parece haber desaparecido. Los Warriors son el tercer peor equipo defensivo a pesar de haber mantenido a su rotación.
Otro de los aspectos donde los Warriors eran los reyes, o al menos parte de la nobleza, era en el rebote defensivo. Los de San Francisco fueron el segundo mejor equipo cogiendo rebotes defensivos, promediando 35,7. Esta temporada, son el número 21 y únicamente cogen 31,9. Esta diferencia en el número de rebotes influye negativamente en la defensa, ya que cada rebote defensivo que se escapa, es un ataque más para el rival.
Donde antes tenían un problema, ahora tienen un problemón. El aspecto más negativo de Golden State la temporada pasada fue en el las pérdidas. El equipo promediaba 14,9 pérdidas por partido. Aunque parecen muchas pérdidas, los Warriors se han superado y esta temporada promedian 17,1 por partido.