Carlos Sainz logra la segunda pole consecutiva de la temporada y saldrá desde la primera casilla mañana en el GP de Singapur. Los Red Bull dan la sorpresa y caen en Q2 tras un nuevo grave error de Pérez. Alonso, sin ritmo, saldrá 7º.
Carlos Sainz está en estado de gracia. El 55 vuelve a avisar a Ferrari quién manda. El madrileño, tras un fin de semana espectacular, consigue la segunda pole consecutiva de la temporada tras la cosechada en Monza en el último Gran Premio. Además, en Singapur, un circuito donde la primera casilla de la parrilla tiene premio extra, por su dificultad para adelantar. Sin embargo, la de hoy tiene premio doble. Carlos Sainz es el favorito para ganar tras el descalabro de Red Bull. Los austriacos no consiguieron pasar de la Q2, demostrando que no son imbatibles. Junto a ellos, Stroll, con un grave accidente que provocó bandera roja, y Piastri, gravemente perjudicado por ese accidente, pusieron los otros dos batacazos de la clasificación con su caída en Q1.
La versión 3.0 de Carlos Sainz
A Carlos Sainz le sale todo. Las segundas partes de temporada de Sainz siempre fueron buenas, lo de este año está siendo un escándalo. Carlos ha derribado la puerta para demostrar quién manda en Ferrari. El GP de Monza ya dejó buenas sensaciones para el madrileño, este de Singapur, donde ha sido el claro y único dominador del fin de semana, está solo confirmando lo visto anteriormente. En la Q1 marcó el mejor tiempo, hasta que la bandera roja de Stroll obligó a dar por finalizada la sesión y no pudo terminar la vuelta. En Q2 también fue el más rápido. En Q3 no iba a ser menos. Dos intentos, dos vueltas rápidas para Carlos.
Primer y segundo sector muy igualados tanto para Carlos como Leclerc. Sin embargo, el tercer sector marcaba todas las diferencias y así terminó siéndolo en Q3. Las curvas 16 y 17 que tanto daño hicieron a Charles le volvieron a dejar sin una pole. Russell, el tapado de la clasificación, casi la arrebata la pole, pero una gran última curva del madrileño fue la que decidió la primera posición del Gran Premio.

Red Bull también es humano
La gran sorpresa de la clasificación la protagonizaron los dos hombres de Red Bull. Ambos coches no estuvieron en Q3. Con Pérez hablamos de algo que en esta temporada ha sido relativamente normal, cuando estuvo cinco grandes premios seguidos sin estar en esa última sesión de clasificación. Sin embargo, para Verstappen es algo inédito este año, obviando la carrera de Jeddah, donde tuvo que abandonar por un problema mecánico. Las sensaciones de los austriacos habían sido muy malas desde el comienzo del fin de semana, apenas habían estado arriba en los libres, siempre mostrándose muy por detrás de Ferrari. Sin embargo, nadie esperaba este desenlace.
Verstappen en su afán por ser el primero en buscar la vuelta, no encontró la pista en óptimas condiciones y una pasada de frenada en la tercera curva le hizo tirar por la borda el tiempo del primer sector y por consiguiente, su tiempo final. Solo mejoraba dos décimas que le situaban décimo y con un pie fuera de la Q3. Gasly no mejoraba y Tsunoda levantaba el pie y abortaba su vuelta para no echar a Max al pozo. Sin embargo, Lawson no opinaba lo mismo, y de forma inesperada y muy justa, echaba al bicampeón del mundo por apenas 7 milésimas.
Por otro lado, para Pérez fue una nueva marca roja en su desastre de temporada. Apenas iniciaba el último intento de la sesión, cuando perdía el coche en la segunda curva y realizaba un trompo que obligaba a sacar una bandera amarilla y casi hecha al traste las opciones de Leclerc. Con un tiempo malo en su primer intento, el mexicano no conseguía mantener esa plaza de Q3 y caía hasta la 13ª plaza desde la que saldrá mañana.

La FIA, de nuevo señalada
La FIA también quiso ser protagonista en esta clasificación del GP de Singapur. Max Verstappen no solo no tuvo su mejor día en conducción, sino que tampoco lo fue en algunas de sus acciones sobre la pista. El holandés fue llamado hasta en tres ocasiones a declarar con los comisarios. Dos veces por estorbar a pista, una a Tsunoda, otra a Sargeant. La tercera por quedarse parado, sin ningún problema aparente, en la salida del pit-lane. Tres acciones de clara sanción, tal y como había pasado anteriormente con muchos de los pilotos. Sin embargo, la sorpresa llegaba dos horas más tarde. La FIA decidía que no había motivo para sancionar a Verstappen y solo debía llevarse tres reprimendas y 5000€ de sanción.
Aston Martin, mucho más flojo de lo esperado
Aston Martin no termina de arrancar. Singapur era un circuito marcado en rojo por los ingleses para soñar con la 33 en el comienzo de temporada. Un circuito de alta carga, lo más parecido a Mónaco del calendario, donde la velocidad, punto débil del AMR23, no es la característica más importante. La cita ya llegaba con un cambio importante que trastocaba los planes del equipo. El cambio de trazado, donde se eliminaba la parte más lenta del circuito, perjudicaba a Aston Martin. Sin embargo, las malas noticias de las FP1 y FP3 se confirmaron en clasificación. Stroll quedaba fuera de la ecuación a las primeras de cambio con un brutal accidente, del que por suerte salía ileso.
Alonso volvía a ser el único escudero que el equipo tenía en Q3. Las ilusiones se disparaban en Q2, donde un gran intento le permitía gastar un solo juego de neumáticos, al poder abortar el segundo intento por su gran primera vuelta. El tener fuera a Verstappen y Pérez abría una ventana a Alonso con la que poder salir muy arriba y poder rascar un podio con el gran ritmo de carrera que el Aston Martin mostró el viernes. Sin embargo, Alonso no pudo hacer más. Séptimo puesto con el que puede luchar si realiza una gran salida y quién sabe, si el ritmo se lo permite, puede llegar a pescar un podio.
