Carlos Sainz logra su segunda victoria tras una gran carrera en Singapur donde no se bajó de la primera posición en toda la carrera. Alonso, con una carrera para olvidar, acabó 15º.
Carlos Sainz está en el mejor estado de forma de su carrera. El madrileño ha vuelto a poner su nombre en la historia de la F1 con la segunda victoria de toda su carrera. Una carrera completísima donde se ha visto la versión smooth operator del madrileño, sabiendo cuando tirar y cuando ralentizar la carrera. La otra cara de la moneda la vivió Fernando Alonso, el asturiano vivió la peor carrera de la temporada con un Aston Martin muy difícil de conducir y un Alonso no al nivel que nos tiene acostumbrados. Verstappen consiguió escalar posiciones y acabó en un quinto puesto muy meritorio tras los problemas contraídos en carrera. Norris y Hamilton completaron el podio.
Carlos Sainz, mucho más smooth operator que nunca
Carlos Sainz ha hecho un ejercicio de resistencia al alcance de muy pocos pilotos en la parrilla. 62 vueltas de absoluto liderato del madrileño donde llevó y manejó la carrera tal y como quería en cada momento. Mantuvo a Leclerc a raya y aumentó el ritmo cuando Ferrari se lo pidió. La estrategia funcionó y para qué cambiar cuando Russell se colocó detrás. Desquició al inglés, quien demandaba más ritmo a la carrera a su inginero. Sin embargo, Carlos estaba jugando sus cartas a las mil maravillas.
Pero, la carrera dio un vuelco de 180 grados. Ocon se quedaba parado y eso provocaba un VSC que trastocaba los planes de todos los cinco primeros. Los Ferrari y Norris, sin neumáticos nuevos, decidían seguir y apostar por la ventaja en tiempo que tenían. Mercedes, con neumáticos medios nuevos en la recámara, optaron por hacer un doble pit-stop. Una carrera al sprint para las flechas plateadas, esta temporada vestidos de negro. Con ellos detrás y 5 vueltas para terminar la carrera, empezó Carlos a vestirse de smooth operator. El 55, muy inteligente, sabía que era sumamente necesario darle el DRS a Norris, para que su amigo y antiguo compañero pudiese aguantar a Russell. Táctica perfecta de Carlos, la velocidad del McLaren, unido al DRS cedido por Carlos provocó el primer Carlando en el podio de la historia. Carlos ya no es el 55 de Ferrari, es el número 1 y desde hace tiempo.

Russell y Verstappen, comienzos y finales muy distintos
El inglés llevaba un fin de semana casi perfecto. Siempre por delante de Hamilton y con una segunda posición muy meritoria en clasificación. El ritmo del Russell en carrera fue bueno, no se bajó del podio hasta que cambiaron de estrategia, cuando comenzó con una persecución perfecta ante los tres líderes de la carrera. Russell pudo exhibir todo ese ritmo que le decía al ingeniero unas vueltas atrás. 17 segundos que expiraron en apenas 10 vueltas y que metieron la presión a un Norris y Sainz que hicieron la estrategia perfecta. Sin embargo, la imposibilidad de poder adelantar fue mermando en la confianza de Russell y cuando a la carrera apenas le quedaba un sector, el inglés se fue a hacer una excursión contra el muro. Una pasada de frenada que tiró por la borda un podio muy merecido y todo el trabajo realizado en este fin de semana.
Verstappen fue la otra cara de la moneda a pesar de no tener ninguna opción de victoria durante toda la carrera. El holandés comenzó con el neumático más duro, buscando ese SC que les permitiese una estrategia óptima. Sin embargo, todo se torció en la vuelta 19. El coche de seguridad salía y le permitía a toda la parrilla hacer una parada gratis, en detrimento de los dos Red Bull, quienes veían imposible parar, al no llegar con un neumático medio hasta el final. Aún así, Verstappen llevó un ritmo superlativo con el duro y logró tener un gap de 11 segundos con Pérez, su perseguidor. Esto le permitió, una vez montado el neumático medio, ir pasando uno a uno a todos sus rivales como si en Spa estuviese. Así hasta llegar a la sexta posición, donde gracias al abandono de Russell pudo acabar con un quinto puesto y diez puntos que saben a gloria.

Un fin de semana para olvidar de Alonso
La gran decepción del Gran Premio es Aston Martin. Stroll no salió a correr tras las secuelas contraídas por el accidente de ayer en clasificación. Por otro lado, Alonso logró un séptimo puesto que daba esperanzas de poder soñar con un podio en carrera. Los FP2 respaldaban esas esperanzas que todos teníamos. Sin embargo, nada salió bien. Nada queda de ese coche verde que en marzo y abril era un cohete. Falto de ritmo desde el principio, el SC mató las opciones de Alonso. Incapaz de pasar a un Pérez con unas mucho más desgastadas que el resto, Alonso recibía una nueva sanción de 5 segundos por pasarse de la línea de boxes en su entrada al cambiar de neumáticos. Con Pérez ya detrás, el VSC terminó por matar todas las opciones del asturiano. Alonso paró y un fallo en la parada lo retuvo más de 20 segundos. Un cúmulo de problemas que superó a un Alonso que incluso cometió hasta un fallo, algo muy raro en él. Como dijo Fernando al final, un fin de semana para olvidar.
