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Real Zaragoza 0-2 Alcorcón: los errores se pagan caro

Todo parecía indicar que el Real Zaragoza y La Romareda iban a concluir el partido de anoche celebrando juntos el triunfo, pero la realidad fue completamente distinta.

El VAR desconcertó a los de Escribá

El encuentro arrancó con la iniciativa de los locales. Salieron con intensidad y convencimiento, siendo superiores a su rival en los primeros minutos. Tal arreón inicial pudo causar el primer gol del duelo a los cinco minutos. Iván Azón conectó un disparo con su pierna hábil y estrelló el balón en la cepa del poste, provocando de esta manera el lamento de su afición.

Alrededor del minuto diez, la polémica apareció. Manu Vallejo se internó en área contraria y cayó al ser derribado por un defensa del cuadro alfarero. En una primera instancia, el árbitro sacó amarilla al delantero del club del león por simular, pero el VAR lo llamó para que rectificara su decisión. Sin embargo, pese a que el contacto es claramente punible, se decretó fuera de juego posicional de Bakis.

A raíz de esa acción, a pesar de dos acciones sueltas de Mouriño y Valera, el cuadro local se desdibujó por completo. Esto derivó en el ascenso del equipo visitante, provocando así su gol. Tras una presión en la salida de balón, Juanma Bravo le arrebató la cartera a Jaume Grau y, con toda la calma posible, batió a Poussin.

Eteki sentenció el partido

El Real Zaragoza salió decidido a buscar el empate. Lo intentó por activa y por pasiva, encerrando al Alcorcón en su área de manera constante. Y, en la acción menos esperada, llegó el tanto de la igualada. Toni Moya colgó un centro al balcón del área que tenía como destinatario a Azón. El delantero maño no llegó a ese esférico, pero Mollejo, atento a la jugada, logró marcar al aprovechar el rebote. Sin embargo, el VAR volvió a aparecer, ya que nuevamente hubo fuera de juego.

Los cambios introducidos por Escribá dieron cierto aire a los suyos, pero ante el buen bloque defensivo del conjunto alfarero se dificultó mucho la tarea de encontrar espacios en ataque. Esto provocó la desesperación constante en la grada y en los jugadores, quiénes no se entendían ni entre ellos. El mejor ejemplo de esto fue el segundo gol. Debido a una falta de entendimiento entre Aguado y Poussin, en el punto de mira en ambos goles concedidos, el Alcorcón finiquitó el encuentro, siendo Eteki el autor de dicho tanto.

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