La Balompédica logra salvar la papeleta en un césped impracticable, donde Mendoza y Antonio, en el final de ambas partes, decantaron la balanza a favor de los blanquinegros. El Marchamalo lo intentó pero se chocó contra un muro defensivo que demostró que este Conquense también sabe sufrir.
Primera parte
El Conquense llegaba a Marchamalo con la intención de seguir sumando en un campo y ante un rival en un contexto muy complicado. Un anexo de La Solana que no estaba en las mejores condiciones para poder hacer un fútbol gustoso y de calidad como viene haciendo la Balompédica. Ante esas circunstancias, el partido comenzaba tal y como se esperaba en un principio. Un encuentro muy igualado, donde a los dos equipos les costaba trenzar jugadas que pudiesen poner en peligro cualquiera de las dos porterías. El campo se notaba, el estado del césped apenas dejaba circular el balón con normalidad, por lo que los pelotazos se volvieron la clave de este partido.
En una de las primeras jugadas trenzadas del partido, el debutante como titular hoy, Pablo Mendoza, iba a filtrar un buen balón hacia Javi Heranz. El ’16’ ya se veía solo ante el portero, cuando el linier levantaba su banderín para inhabilitar la jugada. La primera parte en este Anexo no estaba teniendo mucho que contar, pues ninguno de los dos equipos lograban llevar algo de peligro. Quitando de un remate de Luca que se marchaba alto en 25′, teníamos que ir hasta el minuto 30 para ver la primera ocasión de peligro real. Esta tenía el sello del Marchamalo, pues tras una falta muy lejana, se sacaba en corto y con un disparo alejado de la portería, se quedaban a punto de adelantarse, pues el balón pegaba en el larguero.
El encuentro ya tenía cara de irse al descanso con un 0-0, lo más merecido por lo visto en esta primera parte. Sin embargo, Mendoza tenía algo guardado para llevar al Conquense por delante al descanso. Jairo se quitaba la careta de goleador, para ponerse la de asistente. El asturiano, con un gran centro, se la servía al canterano, que con un movimiento propio de un 9 de nivel, se adelantaba a la defensa local y rematara al fondo de las mallas. Mendoza redondeaba su día de debut en la titularidad con un tanto que alzaba, por el momento, al Conquense como líder. Un tanto que dejaba sin reacción al Marchamalo y que ponía el 0-1 con el que se iba a llegar al descanso.

Segunda parte
El segundo tiempo comenzaba con un contratiempo para el Conquense. El goleador, Pablo Mendoza, se tenía que retirar tras un golpe sufrido en el final de la primera parte. Antonio Fernández, quien sumaba su segunda suplencia consecutiva hoy, lo sustituía. Aún así, el guion del partido tampoco se modificó en exceso. El Conquense era el dominador en ocasiones, mientras tanto el Marchamalo seguía buscando esa oportunidad en la que equilibrar la balanza. Jairo era el primero en intentarlo con un disparo que se marchaba muy cerca de la portería de Jonatan. El segundo tenía el nombre de Antonio, quien ganaba la espalda de la defensa local, y tras un claro agarrón remataba desde el suelo. El árbitro, a pesar de las protestas del banquillo balompédico, decidía que no había nada punible en esa acción.
Tras ese pequeño arreón del Conquense, el encuentro volvía a igualarse, teniendo el Marchamalo algo más de protagonismo en la portería de Bernabéu. Aun así, el muro blanquinegro no había quien lo atacara. Parera y Lohr despejaban todo balón que se acercaba al área balompédica. Mientras tanto, el Conquense buscaba alguna contra con la que terminar de matar al partido. Antonio y Coba, dos de los velocistas de la Balompédica, eran los que iban a coger el protagonismo de estos minutos finales.
En una de esas, Coba volvía a ganar la espalda de la defensa y metía un centro al que ya se relamía Antonio para poner el 0-2. Sin embargo, la zaga del Marchamalo estaba atenta y lograba despejar antes de que el balón acabara en la cabeza del ’20’ blanquinegro. Mientras tanto, el Marchamalo seguía apretando arriba y la defensa conquense empezaba a achicar balones como bien podía. En uno de esos despejes, Jairo, siempre incansable, luchaba el balón antes de que se perdiese por línea lateral. El asturiano se la cedía a Héctor Rubio, que metía un pase filtrado perfecto a la carrera de Antonio. El delantero, con todo de cara, definía con un toque sutil y batía a Jonatan para sentenciar el encuentro.
Con este 0-2 el Conquense mantiene el pulso a un Villarrobledo que sigue sin fallar y es el único equipo por delante de los blanquinegros. Mientras tanto, en la otra cara de la moneda, el Marchamalo no consigue darle la vuelta a su situación y sigue siendo el último del grupo con 1 punto y ningún gol a favor.
