Los Boston Celtics han sido una de las franquicias que más ha movido la bolsa del mercado de verano, todo con la intención de ganar el ansiado anillo que se les resiste en las recientes temporadas
La histórica franquicia hace un todo o nada para la temporada 23/24. Aun teniendo una de las rotaciones más completas de toda la NBA, Brad Stevens nos sorprende con cambios significantes en la plantilla. La llegada de estrellas de la liga, como pueden ser Kristaps Porzingis y Jrue Holiday, dan un salto de calidad al quinteto inicial. Sin embargo, la rotación de los Boston Celtics se ve mermada y pone en duda las opciones de conseguir el título.
Ya son varias temporadas luchando por llevarse el anillo, y los de Massachusetts quieren dar por terminada esa lucha. Tras caer derrotados en finales de conferencia la pasada temporada frente a los Miami Heat (4-3), los de Boston quieren redimirse y anteponerse a los grandes equipos formados para esta temporada NBA.

Una plantilla con sabor agridulce
Si bien el equipo de la división atlántica se ha adaptado a los grandes movimientos de este mercado de traspasos, también ha perdido a piezas muy importantes del equipo. La ilusión de los seguidores del equipo se ve contrarrestada con la marcha de Marcus Smart. El jugador era el sello de identidad de la franquicia, además de ser uno de los jugadores más representativos e importantes del vestuario. Fue drafteado en el pick 6 del draft de 2014, y se ha convertido en leyenda viva de los del este de Estados Unidos. Tras nueve temporadas vistiendo los colores del equipo, Smart se despidió emotivamente al estar involucrado en el traspaso que le mandaba a Memphis, y que hacía que Porzingis llegara al equipo.
A la marcha de Smart, también se le unes jugadores importantes en la rotación para el histórico conjunto. Tanto Malcolm Brogdon, el nombrado sexto hombre el año la pasada temporada, como el joven pívot Robert Williams abandonan la plantilla con destino a Portland. Ambos jugadores fueron decisivos para que los Boston Celtics consiguieran alcanzar las finales de conferencia el pasado año. Además, Grant Williams también abre una nueva etapa en los Dallas Mavericks. Sin embargo, los grandes cambios conllevan grandes sacrificios.

Dos refuerzos a la altura de las expectativas
El trabajo del que fuera entrenador de la franquicia hace apenas unos años, Brad Stevens, no ha defraudado para nada en esta off season. Boston fue uno de los equipos que abrió la lata de grandes traspasos de este verano, adquiriendo en un traspaso a tres bandas al internacional letón, Kristaps Porzingis. El pívot llegaba de anotar los mejores números de su carrera en los Washington Wizards. Parecía que los Celtics no iban a agitar más el árbol, pero el terremoto causado por el traspaso de Lillard abrió las puertas a una oportunidad irrechazable.
Hace escasas semanas, Boston adquiría al ex base de los Bucks, Jrue Holiday, uno de los jugadores más demandados tras su salida de Milwaukee. Boston rescindía de Brogdon, jugador con el que habían tenido problemas tras su intento de traspaso en el trade por Porzingis, Robert Williams y 2 primeras rondas. Con este traspaso, Boston conformaba un superequipo a la altura para acompañar a Tatum y Jaylen Brown en la busca del ansiado anillo.

Un quinteto a la altura de un superequipo
- Base: Jrue Holiday
- Escolta: Jaylen Brown
- Alero: Jayson Tatum
- Ala-Pívot: Kristaps Porzingis
- Pívot: Al Horford
- Entrenador: Joe Mazzulla
Boston no se ha quedado atrás en la formación de los superequipos de la liga. Tras las grandes incorporaciones de Jrue Holiday y Porzingis, el quinteto de los de la conferencia este es digno de anillo. A las ya importantes piezas de Jaylen Brown y el veterano Al Horford, además del indiscutible líder del equipo, Jayson Tatum, se le suman dos grandes jugadores. Claramente uno de los mejores, si no el mejor quinteto de la liga.
El problema de la rotación
- 6man: Derrick White
- Sup: Payton Pritchard
- Sup: Oshae Brissett
- Sup: Wenyen Gabriel
- Sup: Sam Hauser
- Sup: Luke Kornet
- Sup: Dalano Banton
- Sup: Svi Mykhailiuk
Si bien el equipo ha mejorado en cuanto al cinco titular, la rotación ha bajado varios escalones. Obviando la figura de Derrick White, las demás piezas parecen no dar la talla de equipo campeón. Tras la marcha de los jugadores ya nombrados, otros como Payton Pritchard tendrán que dar un salto adelante y demostrar gran nivel desde el banquillo. Además, jugadores como Sam Hauser o Wenyen Gabriel se presentan como importantes en la rotación. El mayor problema de este equipo serán las posibles lesiones del cinco inicial.
El techo y el suelo
Tras esta off season, los Boston Celtics se consagran como uno de los equipos que disputaran el título de la temporada 23/24. El techo de estos Celtics tiene que ser como obligación conseguir el anillo, o al menos disputar las finales de la NBA. Tiene que ser el año definitivo tras las derrotas en finales frente a los Warriors (21/22) y la final de conferencia frente a Miami (22/23). Un desastre absoluto por la parte del conjunto dirigido por Mazzulla sería caer en semifinales de conferencia.
Por lo tanto, el equipo hecho a dedillo para ganar la NBA podría estrellarse no consiguiendo pasar a las finales de conferencia del este.
