Termina uno de los peores años en la historia reciente del Madrid. Goleadas de Barça y Atleti, problemas internos y cero títulos
En este artículo repasaremos el año natural del Real Madrid mes a mes, narrando cronológicamente un año en blanco anunciado.
Enero: desastre en la Supercopa
En liga, Copa y Champions, el conjunto dirigido en aquel entonces por Ancelotti empezaba el 2025 con buen pie. Aprovechando la inesperada crisis blaugrana, llegaron a colocarse en la jornada 20 a la cabeza de la clasificación, a 7 puntos del Barcelona. En Copa del Rey superaron sin problemas a la Deportiva Minera en octavos y ganaron en la prórroga al Celta en cuartos por 5-2. Por su parte, en Europa cosecharon dos goleadas por 5-1 al Salzburgo y por 0-3 ante el Stade Brestois, aunque no les dio para clasificarse entre los 8 primeros.
Sin embargo, si algo caracteriza este mes en el Madrid es la sonrojante derrota por 2-5 en la final de la Supercopa de España contra el Barça. Este partido destapó las vergüenzas de aquella plantilla tanto en actitud como en defensa. La reprimenda pudo ser mucho mayor de no ser por la expulsión de Szczesny y el posterior gol de falta de Rodrygo. Lo único positivo de aquel duelo fue, paradójicamente, el peor partido de la carrera de Tchouaméni. Su pobre actuación sirvió de aliciente para que, días después, se llevara una sonora pitada del Bernabéu. Desde entonces, ha mantenido un nivel elevado y constante.
Febrero: decadencia en liga
Derrota en el RCDE Stadium con un Joan García colosal, empate en El Derbi en el Bernabéu y empate en Pamplona. En tan solo medio mes, la ventaja de 7 puntos sobre el Barça se esfumó. Los de Hansi Flick retomaron la senda victoriosa y recuperaron el liderato.
La noticia positiva del mes vino acompañada del archienemigo histórico en la casa blanca: Pep Guardiola. El sorteo deparó un duelo entre el Real Madrid y el Manchester City en 16avos de Champions League. Los de Ancelotti supieron aprovechar las alarmantes carencias del cuadro ‘cityzen’ remontando en el Etihad en la ida y Mbappé protagonizó una de sus mejores noches como blanco con un hat-trick en la vuelta. En el global, 6-3 a favor del Madrid.
El último partido del mes fue la ida de semifinales de Copa del Rey ante la Real Sociedad en Anoeta. 0-1 ramplón con un gran gol de Endrick, que daba ventaja al Madrid para la vuelta.
Marzo: supervivencia sin buen juego
Este mes no lo calificaría como malo, pero sí sentó las bases del futuro desastre. En octavos de Champions League tocó un Real Madrid-Atleti. La ida en el Bernabéu estuvo muy disputada, pero Rodrygo y Brahim decantaron el duelo, 2-1 para la vuelta en el Metropolitano. Precisamente fue en la vuelta en la que el Madrid activó el modo de supervivencia. No llegaba al primer minuto de partido cuando Gallagher ya igualó la eliminatoria. Los pupilos de Ancelotti aguantaron el chaparrón (incluido un penalti al limbo de Vinicius) para llegar a la tanda de penaltis, donde ocurrió el famoso «doble toque» de Julián Álvarez, por lo que se dio por fallado su lanzamiento y pudo avanzar de ronda el cuadro blanco.
En La Liga, salvo la derrota a principios de mes en el Villamarín, lograban seguir en la pelea venciendo al Rayo Vallecano 2-1, al Villarreal 1-2 o al Leganés 3-2. Ninguna de esas victorias destacó por un juego brillante, sino más bien por el sufrimiento y las carencias del equipo.
Abril: el inicio del fin
El 1 de abril se jugaba la vuelta de semifinales de Copa. Lo que parecía un mérito trámite ante una Real en apuros, cerca estuvo de volverse una pesadilla. Un loco 3-4 mandó el partido a la prórroga, que resolvió Rüdiger en el 115′.
Pero para pesadilla lo que estaba por llegar. Derrota en casa ante el Valencia que acababa prácticamente con las opciones del equipo por ganar La Liga y hecatombe en cuartos de Champions League ante el Arsenal. 3-0 en la ida con dos goles antológicos de falta de Rice y otro de Mikel Merino y 1-2 en la vuelta, en un intento pobre por remontar un eliminatoria complicadísima. El rey caía humillado en su competición fetiche.
Sin Champions y con La Liga cuesta arriba, quedaba centrarse en la final de Copa del Rey, de nuevo ante el Barça. Estuvo muy cerca el Madrid de poder alzarse con el trofeo, tras remontar en el 77′ un inicial gol de Pedri. La suerte volvió a darle la espalda al equipo y Ferrán igualó la contienda en el 84′ en una mala salida de Courtois para que Koundé rematase la faena en la prórroga en una mala salida de balón de Brahim y Modric. Otro título que se le escurría a Ancelotti y otro que le arrebataba el Barcelona.
Mayo: estocada definitiva a Ancelotti
Tras otro sufrido triunfo del Madrid, en esta ocasión ante el Celta, tocaba disputar el último Clásico de la temporada. El partido que podía abrir mínimamente las opciones de ganar La Liga o ser el último clavo en el ataúd de la temporada. Y una vez más, salió cruz. La plantilla visitaba Montjuic ante un Barça en horas bajas, tras el desgaste físico y emocional de la cruel eliminación de Champions en Milán. Y aún así, los de Flick mostraron una superioridad física incontestable. En un duelo de ida y vuelta de goles, los azulgranas brillaban por cuarta vez en la temporada y ganaron por 4-3. Ya eran 7 puntos de distancia a falta de tres jornadas, completamente imposible.
Los últimos tres encuentros fueron un mero trámite, sin nada en juego ya salvo la Bota de Oro de Mbappé. Con su doblete en la última fecha ante la Real Sociedad, el francés se alzó con el premio con 31 goles en liga.
Junio: nuevo rumbo e ilusión
Acabada ya la temporada, desde la directiva buscaron rápidamente una mejora en el equipo. Y esa mejora empezaba por la cabeza pensante. Ancelotti se marchó a entrenar a Brasil y Xabi Alonso asumió el mando después de dos años gloriosos en Leverkusen. De cara al nuevo Mundial de Clubes, incorporaron también a Alexander-Arnold y Huijsen para tapar los agujeros en defensa. En el apartado de salidas, Vallejo confirmaba su marcha al Albacete, y Modric y Lucas Vázquez acabarían contrato tras el Mundial.
Con los prolegómenos ya establecidos, el nuevo Real Madrid debutaba ante el Al-Hilal en fase de grupos. Empate ramplón a 1 en el debut. Sin embargo, el cambio de estilo se vio reflejado en los siguientes duelos. Triunfos ante Pachuca y Salzburgo, viendo a un Madrid versátil, que busca la posesión y se adapta a los distintos momentos del partido.
Julio: decepción y cambio de aires
Las buenas sensaciones se prolongaron ante la Juventus en octavos y frente al Dortmund en cuartos, destacando el sorprendente papel goleador de Gonzalo García, titular por la indisposición de Mbappé, y que se alzaría como el máximo goleador del torneo.
El golpe de realidad a este nuevo Madrid llegó en semifinales. Enfrente, el PSG del triplete, que endosó un severo varapalo a los de Xabi, con un contundente 4-0. Con Kylian ya recuperado, el entrenador Tolosarra quiso encajar a Vini, Gonzalo y Mbappé en el mismo XI, anulando las virtudes de los tres.
Esta dura derrota ante el PSG supuso el fin en el Real Madrid de dos leyendas como son Lucas Vázquez y, en especial, de Luka Modric. El croata terminó de una manera gris 12 años de gloria en el conjunto blanco, siendo uno de los jugadores a los que los madridistas guardan más cariño. Seis Champions con un solo equipo, en medio de un palmarés de ensueño del croata.
En este mes de julio se concretó también las llegadas de Carreras para el lateral zurdo y Mastantuono como la gran joya emergente de Argentina. Buen desembolso económico hizo el Madrid este verano.
Agosto: inicio de la nueva temporada
No lo digo yo, fue el propio Xabi Alonso quien afirmó que la temporada 2024/25 terminó en el Mundial de Clubes. Con todas las piezas ya encajadas, el equipo empezó mostrando personalidad y dominio, ganando los tres primeros encuentros contra Osasuna, Oviedo y Mallorca, aunque el gol era una faceta a mejorar de cara a los siguientes meses.
Septiembre: de la tranquilidad y el buen juego al caos del Metropolitano
Parecía que el Madrid había vuelto, que Xabi había dado en la tecla y los jugadores estaban ultra motivados, ganando en Anoeta, ante el Marsella, Espanyol y Levante. Pero, de repente, todo se esfumó en El Derbi.
El Madrid firmó un partido paupérrimo, superado línea tras línea por el equipo de Simeone. Cinco goles se comió del Atleti, cuando sólo había encajado tres goles en los siete primeros partidos. Todo avance conseguido hasta la fecha parecía un espejismo. Los jugadores ya nunca recuperarían esa versión de los primeros partidos.
Octubre: el mejor mes en cuanto a resultados
Cuatro victorias de cuatro posibles, y ante rivales de la talla de Villarreal, Juventus o Barcelona. Especialmente en El Clásico fue donde se vio a los jugadores más motivados. Victoria por 2-1 con un Mbappé que volvió loca a la defensa culé y que consolidaba a los de Xabi en la cima de la clasificación liguera, 5 puntos por encima del Barça. Y por fin, cinco Clásicos después, el Madrid conseguía doblegar a su mayor enemigo y quitarse la espinita de encima de la temporada pasada.
Noviembre: apatía fuera de casa
Los blancos afrontaban un mes con hasta 6 partidos lejos del Bernabéu de manera consecutiva. Era bastante complicado que no se dejaran puntos, pero no tantos como fueron finalmente. Cayeron en Anfield ante uno de los peores Liverpool de la década, empataron a 0 en Vallecas, cosecharon un 2-2 en Elche (que a punto estuvo de ser derrota) y volvieron a empatar a 1 frente a un Girona en descenso. Todo progreso futbolístico y de actitud sufrió un claro retroceso, volviendo esa versión de la campaña anterior con Ancelotti.
La única victoria se dio en Champions ante Olympiakos y por la mínima, 3-4. Mbappé marcó los 4 goles del equipo y llevaba ya más de la mitad de los goles del equipo en la temporada, una barbaridad.
Diciembre: Xabi, al borde del abismo
Llegaba el último mes del año con el último partido fuera de casa consecutivo. En esta ocasión, el Bilbao claudicó ante la efectividad blanca, 0-3 fue el resultado final. De nuevo, la mejoría fue esporádica. En la vuelta al Bernabéu un mes después, el Celta sorprendió llevándose los tres puntos por primera vez en 19 años. El ambiente en la capital era insoportable, y varios jugadores eran discutidos por su nivel y escasa actitud sobre el verde.
La posterior derrota en Champions en casa ante el City agrietó más si cabe la crisis blanca. Medios de renombre como El Mundo o Marca hablaban de un ultimátum a Xabi Alonso. Si no ganaba cualquiera de los tres encuentros que faltaban de año, sería cesado de su cargo. Para alivio del técnico tolosarra, el Madrid ganó en Álava, en Talavera en Copa y contra el Sevilla. La imagen difiere mucho del principio de temporada, pero los resultados por lo menos llegan. Mbappé alcanzó también los 59 goles en un año natural con el Real Madrid de Cristiano Ronaldo. La tortuga es de lo poco salvable del equipo este año.
La realidad del Madrid es que no se atisba un 2026 más próspero que este 2025. Los problemas en el vestuario no cesan, el juego ha vuelto a la horizontalidad y poca profundidad y Xabi parece ubicarse en medio de esta vorágine negativa, como si de un callejón sin salida se tratase. La sensación es que no es el mecánico quien hace mal su trabajo, sino las piezas del coche las que están defectuosas.
Escrito por: Mario Valverde Morales
