El tenis sobre hierba, reservado a unos pocos especialistas

Una vez ha terminado la gira de tierra batida, la hierba será protagonista durante el próximo mes en el mundo del tenis. Una transición tan compleja como exigente. Los mejores tenistas del mundo buscan adaptarse lo antes posible a una superficie única. ¿Qué hace diferente a la hierba?. En Offsider, lo desgranamos.

Atributos característicos del césped

¿Por qué es tan complicada la transición tierra-hierba? Pues, porque estamos hablando de dos superficies totalmente contrapuestas. En un espacio muy corto de tiempo, se pasa de los largos peloteos (tierra), a un tenis mucho más directo (césped). El bote de la pelota en hierba es más bajo que en arcilla, algo más irregular y requiere de estar flexionado en gran parte de los puntos. Los golpes cortados son más dañinos que en cualquier otra superficie, y el saque se convierte en una herramienta imprescindible.

Las cosas en hierba transcurren a una velocidad de vértigo. Por norma general, el saque prevalece por encima del resto. La hierba es una superficie que requiere de tiempo de adaptación para poder entenderla en plenitud. Solo los verdaderos expertos en césped pueden obtener grandes resultados. ¿Qué es ser experto en hierba? Pues saber adaptarse a los movimientos y golpes específicos que pide la hierba. Por poner el ejemplo más fácil, Roger Federer. El suizo combinaba todas las cualidades necesarias para brillar en el pasto. Un gran servicio, un excelso juego en la red, variación en los efectos, un elegante revés cortado y un juego tan ofensivo como técnico. Sus 8 títulos en Wimbledon, entre otros éxitos, no dejan lugar a la duda.

Roger Federer, máximo exponente del tenis sobre hierba.

En los últimos años, Wimbledon, el torneo por excelencia sobre hierba, ha recibido numerosas críticas por la lentitud de sus pistas. La hierba sigue teniendo sus matices clásicos, pero es una superficie más jugable que hace 20/25 años. Esto ha permitido que cada vez más jugadores de fondo de pista, puedan defenderse brillantemente sobre el manto verde. En España, hemos tenido tenistas que se han desenvuelto muy bien sobre el verde: Santana, Nadal, Feliciano López o el propio Carlos Alcaraz.

La gira express de hierba desemboca en Wimbledon, la catedral y meca del tenis. El torneo más prestigioso y antiguo del mundo. Wimbledon es elegancia ante todo, aunque, sobre las hermosas y cuidadas pistas del All England Club se han visto partidos memorables. Que el césped sea la superficie más rápida, no quiere decir que no se puedan vislumbrar auténticas odas a este deporte. Para los nostálgicos y amantes del tenis, el mejor partido de la historia se disputó en Wimbledon, concretamente la final de 2008 entre Nadal y Federer. Velocidad sí, buen espectáculo también. El circuito se tiñe de verde.

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