La intensidad defensiva y las faltas técnicas fueron las protagonistas en el primer partido de estos Playoffs de la NBA

Los Cleveland Cavaliers tuvieron el honor de inaugurar los Playoffs de la NBA 2024 en su pabellón frente a Orlando Magic. Por suerte para ellos, su comienzo fue mucho mejor que el del año pasado y dieron el primer golpe en una serie que promete. Pero no promete por lo que nos tiene acostumbrados la liga en los últimos años, sino por todo lo contrario. Intensidad, piques, golpes en la zona y faltas técnicas es lo que nos ha ofrecido el primer duelo entre estos conjuntos.

Las luces ya no brillan tanto

Casi 20.000 personas llegaron al Rocket Mortgage Fieldhouse para disfrutar del primer partido de postemporada en un año. La última vez, los Knicks ganaron por 11 puntos y eliminaron a Cleveland en la primera ronda. Tras ese partido, Jarrett Allen admitió que las luces habían sido más brillantes de lo esperado para el conjunto de Bickerstaff y que volverían más fuertes. Y así lo han hecho.

Cleveland salió con su quinteto de siempre: Darius Garland, Donovan Mitchell, Max Strus, Evan Mobley y Jarrett Allen. Orlando optó por innovar y puso a Jonathan Isaac de pívot después de haber jugado sólo 2 partidos de titular este año. Junto a él salieron Jalen Suggs, Gary Harris, Franz Wagner y la estrella de la franquicia, Paolo Banchero. Las tendencias de ambos equipos se vieron nada más comenzar, con los Cavs abriendo el campo y tirando de lejos mientras que Orlando buscaba la pintura. Un triple de Strus y otro de Mitchell abrieron el marcador y pusieron el 0-6 para los locales. Otro más de Donovan a la desesperada más un par de Mobley, que venía de meter 22 en todo el año, pusieron a los Cavs con un 5/5 en tiros de tres. Orlando seguía en su dinámica: atacar la zona, buscar tiros libres y aprovechar las oportunidades desde la esquina. Tanto fue así que el primer tiro de larga distancia para los de Mosley no llegó hasta pasados 6 minutos.

Oscuridad más allá del arco

Mitchell y Mobley se fueron con 10 puntos cada uno al final del primer tiempo, además de los 8 de Banchero en su primer partido de postemporada. Pero hasta aquí llegó el acierto de Cleveland desde lejos. Porque aunque siguieron dominando cerca del aro con 6 puntos de Mobley y 7 puntos y 4 rebotes de Allen, no anotaron un triple en todo el segundo y el tercer cuarto. Después de empezar perfectos en sus primeros 5 lanzamientos procedieron a fallar 18 seguidos y sorprendentemente seguir siempre por delante. Además, el partido se trabó para ambos equipos ya que Orlando no consiguió llegar a los 20 puntos en ninguno de los periodos mencionados. Los de Florida tampoco acertaron de lejos con un 0 de 7 en el segundo cuarto y todos sus aciertos viniendo de dentro de la zona.

Con la frustración de los pocos aciertos y las decisiones arbitrales que tuvieron que ser revisadas, el ambiente se empezó a calentar. Con nueve minutos y medio en el segundo cuarto, Isaac Okoro chocó intencionalmente con Mo Wagner y se le asestó una falta técnica. Sólo un minuto y diez segundos después, Georges Niang y Markelle Fultz también se llevaron una por otro encontronazo. Esto acabó afectando más a los Cavs que a Orlando, que solo consiguieron anotar 2 puntos en los primeros 6 minutos de tercera parte. Para los Magic apareció Jalen Suggs con 6 puntos en este cuarto, pero lo más notable fue su defensa. Aunque hablando de defensa, Jonathan Isaac se llevó la palma con todas sus ayudas y un tapón a Evan Mobley.

Resolver con experiencia

El último cuarto fue el único que se llevó Orlando Magic en todo el partido y aún así no consiguieron ponerse nunca por delante. Con la segunda canasta del periodo nada más empezar Cleveland llegaba a los 20 de ventaja, diferencia que es casi imposible de remontar con 12 minutos restantes. Por esto mismo, Mitchell y Garland se dedicaron a decelerar el juego y consumir los segundos del reloj. Lo único que no consiguieron fue anotar en esas posesiones, lo que resultó en un parcial de 11-0 para Orlando y la vuelta a menos de 10 puntos de ventaja. Sin embargo, el backcourt de los locales supo cuándo actuar para sentenciar el encuentro. Mitchell, recientemente nombrado All-Star por quinta vez, anotó un triple tras una caótica jugada con menos de 5 minutos para ponerse 14 arriba. Garland, con poco más de 60 segundos, anotó el tercer y último triple de su equipo en los últimos tres cuartos para agrandar la ventaja a 16 puntos.

Con esta consecución de jugadas, Cleveland cerró el partido por completo y ya podía pensar en el siguiente. Donovan Mitchell lideró el duelo en anotación con 30 puntos en 21 tiros, acompañado de Jarrett Allen con 16 puntos y 18 rebotes, números que no se veían en Cleveland desde Lebron. Mobley consiguió su máximo de postemporada con 16 puntos además de 11 rebotes. Garland aportó 14 puntos y 8 asistencias y Strus sumó 7 puntos y 9 rebotes en una mala noche para él. Banchero no tuvo un mal debut con 24 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias, pero sumó 9 pérdidas y un -11 en pista. Franz Wagner consiguió activarse en el último cuarto y acabó con 18 puntos, 7 rebotes y 3 tapones. Jalen Suggs, el jugador que más energía aportó con diferencia, terminó con 13 puntos y 4 asistencias, pero con porcentajes muy mejorables.

Seguir mejorando

A pesar de la derrota, Orlando tiene menos apartados de los que preocuparse que Cleveland. Contaban con la experiencia, pero la gran cantidad de pérdidas no forzadas y la torpeza dentro de la zona casi les cuesta el partido en algunos momentos. Banchero y compañía, por otra parte, tienen que mejorar en su acierto exterior y probar rotaciones más efectivas contra los grandes de los Cavs. Si consiguen mejorar en estos apartados y seguir forzando tantas pérdidas como en este partido, podrán competir por la serie hasta el final.