C.A. Osasuna y Getafe C.F se enfrentaban en la Jornada 29 de la Liga Santander. Ambos equipos afrontaban el encuentro con la misma intención: alejarse de la zona de descenso y evitar meterse en problemas de cara a la recta final de la temporada, ya que los 3 puntos se presentaban como una gran oportunidad para darse un respiro en la clasificación.

En la primera mitad ya se vió que el guion de partido no iba a ser muy distinto a lo que nos esperábamos: los dos equipos buscando hacer daño al rival a través del juego directo y un partido en el que los duelos y las segundas jugadas iban a ser decisivos en el devenir del encuentro. El Osasuna, aunque apostó por circular el balón un poco más que el Getafe, buscaba constantemente a Enric Gallego y Calleri con envíos largos y frontales pero que se toparon con Djené y Chakla en todos los viajes. Los locales no lograron explotar las bandas, la que parecía su principal baza en el encuentro, y no consiguieron crear peligro en la primera mitad.

Las pocas ocasiones de la primera mitad llegaron por parte del Getafe, que a partir del minuto 25 se metió en el partido y tuvo en ese tramo varios acercamientos al gol. Un misil desde la frontal de Arambarri que sacó Sergio Herrera y un posible penalti por mano de Lucas Torró, que ni el árbitro ni el VAR consideraron punible (el balón primero le toca en el pecho) fue lo más reseñable de la primera mitad. Las constantes faltas por parte de ambos equipos frenaron por completo el ritmo al partido y la seriedad de los centrales “azulones” y “rojillos” dieron pocas opciones a los jugadores de ataque.

En la segunda mitad, los primeros compases fueron para el Getafe, que se asentó en el campo del Osasuna y tuvo alguna ocasión peligrosa. Una llegada de Aleñá desde segunda línea que se estrelló en Sergio Herrera y un buen lanzamiento de falta de Timor que no cogió puerta fue el peligro que el conjunto madrileño generó en esos buenos primeros minutos. El Osasuna empezó a ver como su peligro podía llegar a la contra con transiciones rápidas y Arrasate apostó por retirar a los dos puntas y dar entrada a Budimir acompañándolo de Rubén García para atacar la espalda “azulona” buscando la prolongación del croata y la velocidad del valenciano, pero tampoco lo lograron así. Los “rojillos” se asentaron según fue transcurriendo la segunda mitad, el partido se igualó y volvió al mismo guion de la primera parte. Ambos conjuntos volvieron a buscar esos envíos directos, pese a que el Osasuna cuando más daño hizo fue en las pocas circulaciones de balón que intentaron, pero las ocasiones seguían sin llegar.

Los minutos pasaban y nadie desatascaba el partido. Aún así, Budimir tuvo la mejor ocasión del encuentro casi al final, con un buen giro en el área y un disparo al palo largo que sacó seguro David Soria. Al final el miedo a perder fue mayor que el premio de ganar y ningún equipo arriesgó más de la cuenta para no verse dejando 3 puntos a un rival directo. Los escasos conatos de ocasiones venían de los pocos errores defensivos que se producían y ambos equipos le dieron prioridad a asegurarse el no perder el encuentro. Aún así, ambos equipos siguen en la delgada línea de poder verse involucrados en la pelea por no descender en la recta final de la temporada, pero de momento miran desde un peldaño más alto los puestos rojos de la tabla. La buena noticia del partido fue el regreso del Chimy Ávila, que disputó 12 minutos tras su grave lesión de rodilla